1 may 2010

Dos recetas improvisadas

Dejando un poco a un lado el tema click-KABOOOM (ayer finalizó la exposición, pero ese tema merece otra entrada), quisiera hablar de dos recetas surgidas de la improvisación y, por qué no, de cierta experimentación. La primera, Dorada en salsa. La segunda, Cazuelita de Calabacín y Tomate con Mozzarela.

Dorada en salsa:
Básicamente es como la dorada al horno de toda la vida, lo único "nuevo" (y ya ves qué novedad) radica en ligar el jugo de la fuente donde se ha hecho la dorada, con un poco de harina.

El trabajo es el de siempre:
1.Sofreír una cebolla y unas cuantas gambas... y por qué no hacer también unos pocos guisantes (por eso de darle un poco de color al plato).
2. Freír unas patatas panadera, pero dejándolas a medio hacer ya que se terminarán en el horno.
3. Precalentar el horno a unos 150 -170º.
4. Colocar en una fuente una base de cebolla, patatas, las gambas y los guisantes, y sobre esto, la dorada (en mi caso eran dos doradas medianas. Salpimentar, chorrito de aceite y vasito de vino blanco y un poco de perejil picado.
5. Mientras está en el horno (aprox. 45 min.), regar de vez en cuando con agua, caldo de verduras o caldo de pescado. Yo usé un cubito de caldo de verduras disuelto en agua caliente.
6. Para la salsa, una vez hecha la dorada, apartar el caldo. En una sartén se hace un roux (mantequilla+harina). Cuando empiece a tomar un tono dorado y esté espesando, se añade poco a poco el caldo de la dorada hasta adoptar el espesor de la salsa deseado.

Cazuela de Calabacín, Tomate y Mozzarela:
Ingredientes: calabacín, huevo, harina, tomate, nata, mozzarela, sal, pimienta y orégano.

Así como otros platos están basados en recetas que encuentro en internet, en libros de cocina o en programas de tv, esta surgió por pura improvisación. Había hecho unas rodajas de calabacín rebozado y, como sobraban bastantes pensé en darles un segundo uso.

1. Para el calabacín rebozado, mezclar en un plato hondo 2 huevos batidos y la harina (cantidades no se porque como digo, todo fue improvisado). Pelar el calabacín, cortarlo en rodajas gruesas, remojarlo en el huevo. En una sartén con aceite bastante caliente, se fríen las rodajas de calabacín. Con 4 ó 5 rodajas es suficiente para cubrir la base de una cazuelita pequeña. Aunque luego salpimentaremos todo, conviene poner un poco de sal al calabacín para quitar el sabor aguado.
2. Se corta el tomate en rodajas y se reparten por encima del calabacín rebozado.
3. Se vierte la nata sin llegar a cubrir el calabacín y el tomate, y se echa la mozzarela rallada, el orégano y chorrito de aceite.
4. Con el horno precalentado a unos 180º, se mete la cazuela y se deja hasta que la mozzarela se derrita y empiece a dorarse.
5. Al sacarlo, echar un poco más de mozzarela.
En mi caso, lo había preparado la noche anterior (excepto el horneado). A la hora de tomarlo lo pasé por el microondas con gratinado durante unos pocos minutos, y listo.

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